San Cirilo de Jerusalén
San Cirilo nació cerca de Jerusalén, en el año 315. Por sus escritos, que probablemente compuso al comienzo de su episcopado, ha merecido el título de Doctor de la Iglesia, por el papa León XIII. En sus escritos habla de la penitencia, del pecado, del bautismo y del Credo, explicándolo frase por frase, para instruir a los recién bautizados sobre la fe, también habla bellísimamente sobre la Eucaristía, insistiendo fuertemente en que Jesucristo Sí está presente en la Santa Hostia de la Eucaristía. A los que reciben la comunión en la mano les aconseja: «Hagan de su mano izquierda como un trono que se apoya en la mano derecha, para recibir al Rey Celestial» (traten con cuidado la hostia consagrada, para que no caigan pedacitos, así como no dejaríamos caer al suelo pedacitos de oro). En síntesis estos documentos son de mucho valor porque contienen las enseñanzas y ritos de la Iglesia de mediados del siglo IV y forman «el primitivo sistema teológico».