El Milagro Eucarístico de Cracovia (1345)

El Milagro Eucarístico de Cracovia se manifestó cuando unos ladrones robaron una píside que contenía Partículas consagradas que luego fueron abandonadas en un pantano, cerca de Wawel. En la iglesia del Corpus Domini, en Cracovia, se pueden observar las pinturas que describen el Prodigio y encontrar aún
los documentos y testimonios de la época.
En el año 1345 el rey de Polonia, CasimiroIII el Grande, ordenó la construcción de la iglesia del Corpus Domini en honor a un Milagro Eucarístico que sucedió ese mismo año en los campos de Wawel, cerca a Cracovia. Algunos ladrones pudieron entrar en una iglesia, no lejos de Cracovia. Luego de haber forcejeado el tabernáculo, extrajeron la píside que contenía Hostias consagradas. Poco después se dieron cuenta que la píside no era de oro, entonces la arrojaron a unos pantanos llenos de basura y fango.
Inmediatamente surgió del pantano una luz fortísima. Los rayos de luz continuaron durante el día y la noche, por diversos días. Todo el pueblo se dió cuenta de este extraño fenómeno y decidieron advertir del hecho al Obispo de Cracovia. El Prelado escuchó que del pantano fulguraban unos rayos que podían ser vistos a varios kilómetros de distancia. No comprendiendo cómo podía ser posible este fenómeno proclamó tres días de ayuno y oración. Al tercer día todo el pueblo se acercó en procesión, junto con el Obispo, al lugar del pantano luminoso. Se empezó la búsqueda, hasta que finalmente un hombre pudo recuperar la píside con las Hostias totalmente íntegras. Ante la luz intensa que emanaban, todo el pueblo comenzó a alabar al Señor y a festejar el Prodigio llenos de conmoción.
Aún hoy, en la fiesta del CorpusDomini, se recuerda el Milagro en la iglesia del Corpus Domini en Cracovia.

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