Adoración Eucarística Perpetua Catarroja

A las Siervas del Espíritu Santo de Perpetua Adoración también se les conoce como las hermanas de rosa . En Philadelphia (Estados Unidos), estas monjas  llevan adorando al Santísimo más de un siglo ininterrumpidamente y cada vez que salen de la clausura, sus característicos hábitos rosados deslumbran a quienes las miran. Esta es solo una de las tres congregaciones surgidas del carisma misionero de San Arnold Jansenn y su Sociedad del Verbo Divino fundada en Holanda en 1875, en el auge de la kulturkampf y la hostilidad anticatólica en su Alemania natal.   La Sociedad fue concebida por Jansenn como una orden misionera de sacerdotes. En momentos de persecución , la fundación le valió ser considerado "o un santo o un idiota", según explica la superiora de las Hermanas rosadas de Philadelphia, Mary Amatrix. La fundación de sacerdotes misioneros superó las persecuciones de finales del XIX y pronto se difundió por el mundo, pero el fundador era consciente de la necesid

Tras la celebración de la solemne procesión eucarística celebrada el pasado 19 de febrero de 2023, en celebración del quinto aniversario de la Capilla de la Adoración Eucarística Perpetua de Catarroja (AEPC), se procedió a realizar una solemne eucaristía presidida por varios sacerdotes del arciprestazgo, presidida por el Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Enrique Benavent, arzobispo de Valencia. Poco antes de las 19:00h llegó a la parroquia el Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Enrique Benavent, arzobispo de Valencia. A su llegada, fue recibido por varios feligreses. D. Enrique se acercó a un puesto improvisado donde un par de jóvenes vendían iconos para recaudar fondos para el viaje a Lisboa, donde se encontrarán con el Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud . Tras una visita a la capilla de la AEPC, D. Enrique celebró una eucaristía en una abarrotada iglesia. Seguidamente un momento de la entrada a la Iglesia Un instante de la consagración del altar Tras la lectura del evangelio, Dña.  Pilar Láza

El pasado domingo 19 de febrero a las 17:30, en la Parroquia de María Madre de la Iglesia, comenzó una solemne procesión eucarística desde la propia capilla de Adoración Eucarística Perpetua La procesión se desarrolló a lo largo de diferentes calles del vecindario cercano. El Santísimo Sacramento fue paseado en una custodia bajo palio portado por ocho adoradores. La procesión fue amenizada por una banda que cerraba la comitiva tocando canciones de adoración eucarísticas y procesionales. A lo largo del recorrido, que fue seguido por un nutrido grupo de fieles y adoradores, se realizaron dos adoraciones eucarísticas en sendos altares construidos y decorados en la calle por los propios feligreses.   Finalmente, la procesión regresó a la iglesia de Mª Madre de la Iglesia poco antes d e las 18:30h.   A la llegada al templo se procedió a realizar una entrada al templo de la custodia.  Se depositó sobre el altar de la Iglesia y se concedió un tiempo de adoración al Santísimo hasta las 19

Un año más, y ya llevamos cinco años, de adoración prácticamente ininterrumpida de la Capilla de Adoración eucarística Perpetua en Catarroja. Casi entrando ya en la Cuaresma, nos disponemos a acompañar al Señor en su camino hacia Jerusalén, en el que compartiremos los gozos y las sombras de nuestro maestro hacia la resurrección . ¿Cómo no dar gracias por ello? Es por esto que celebraremos una Misa Solemne con una procesión eucarística el próximo domingo 19 de febrero a las 17:30 en la Parroquia de María Madre de la Iglesia. Partirá desde la propia capilla y regresará a la iglesia de Mª Madre de la Iglesia sobre las 17:30h tras procesionar por los alrededores de la Parroquia. A la llegada al templo (sobre 18:30) tendremos un tiempo de adoración al Santísimo hasta las 19:00 cuando se celebrará una misa solemne en agradecimiento por las gracias recibidas durante todos estos años de adoración sólo interrumpida por la pandemia. La eucaristía será presidida por el Emmo. y Rvdmo. Sr. D.

En la mañana del 8 de mayo de 1902, el volcán de la montaña Pelée erupcionó repentinamente. La lava llegó inmediatamente a la ciudad de Saint-Pierre, destruyéndola completamente. De una población estimada en torno a los 30,000 habitantes, solo se conocían dos sobrevivientes. Un testigo, Victor Albert, observó con horror desde su granja y le dijo al periódico francés La Croix: “Ocurrió un destello más deslumbrante que un relámpago… Al mismo tiempo, una nube que se formó en la cima de Montagne Pelée literalmente cayó. en Saint-Pierre con tal rapidez que era imposible que nadie escapara.” En cambio, ese mismo día, el pueblo de Morne-Rouge se salvó milagrosamente aun cuando estaba a las faldas del volcán. El hecho prodigioso fue acompañado con la aparición de Jesús y de su Sagrado Corazón en el Santísimo Sacramento expuesto para la adoración pública. Fueron muchos los testigos que pudieron asistir al Prodigio. El 8 de mayo de 1902, fiesta de la Ascensión, el volcán de la montaña Pelée come

Despertador Eucarístico y Dulce Convite Entre todas las maravillas que Cristo Señor nuestro obró en este mundo, la más alta y excelente, la más soberana y misteriosa, y la de mayor gloria para Dios, y provecho para los hombres, fue el misterio del eucarístico Sacramento, en el cual se quedó con nosotros sacramentado, aunque escondido debajo de cándidos accidentes de pan; dándosenos a comer, y entrañándose con nosotros mismos, para mostrarnos más su amor, y darnos gracia, fuerzas, y alientos para caminar por este valle de lágrimas a la eterna y deliciosa mansión de la gloria. Y si los israelitas tuvieron en el desierto el maná del cielo que los sustentaba, y daba valor contra sus enemigos; nosotros tenemos este más dulce y delicioso manjar, que es recreo y sustento de nuestras almas, para que usándolo frecuentemente todo el tiempo que anduviéremos por el desierto de este mundo, valerosos y esforzados no perezcamos a manos de la necesidad, ni á violencia de nuestros contrarios.   E

San Juan de Ribera Arzobispo de Valencia cuyo servicio fue el más largo jamás registrado en la archidiócesis. Marcó profundamente la historia religiosa, cultural y política de Valencia. Dejó una huella espiritual, sobre todo en la devoción eucarística, que potenció en gran manera al instaurar la costumbre de erigir capillas de la comunión en las parroquias, donde el Santísimo Sacramento se conservara dignamente y pudiera ser adorado por los fieles. También impulsó la centralidad del misterio redentor de Cristo.