Recemos

Estimados hermanos Adoradores Eucarísticos,

De todos es conocido el drama vivido en la parroquia de María Madre de la Iglesia, en Catarroja, a raíz de la barrancada de octubre de 2024. Dentro de ese drama, se encuentra nuestra capilla de adoración perpetua.

Cercanos al primer aniversario de este aciago evento, es momento de pararse a reflexionar sobre lo ocurrido, tomar aliento y seguir caminando esperanzados hacia un futuro lleno de gracias que el Señor espera poder derramar sobre nosotros.

Han sido meses llenos de ayuda, en los que el Señor ha derramado gracia tras gracia y nos ha colmado de bendiciones, de ayudas desinteresadas, de apoyo por parte de la sociedad civil, las autoridades, la diócesis... y todo ello nos ha permitido poder volcarnos nosotros también en ayudar a nuestros convecinos, al barrio, a la población de Catarroja en general, a los voluntarios que nos solicitaban ayuda... meses difíciles e intensos, pero superados con la ayuda del Señor que no ha parado de mandar ángeles a guardarnos.

Con mucho esfuerzo y voluntad pudimos, hace unos meses, comenzar de nuevo la adoración eucarística en Catarroja. Las comunicaciones estaban en reparación y muchos adoradores de otros pueblos no pudieron acceder a Catarroja durante bastante tiempo. No había iluminación en las calles. Esto fue especialmente complicado de recuperar especialmente en la zona donde se encuentra la capilla. Sin garantías de seguridad suficiente, sin espacio para aparcar el coche por los adoradores que pudieran venir desde otras poblaciones, el hecho de que muchos adoradores hubieran perdido también el vehículo... motivaron que la adoración arrancara sin ser perpetua; sólo en las franjas diurnas.

Poco a poco se fueron consolidando esas franjas y ya hemos podido mantener, a duras penas, la adoración continuada de viernes por la mañana a domingo por la noche.

Pero está siendo un servicio costoso que se ha agravado con la llegada también del verano en la que muchos de los adoradores se toman un descanso, doblemente necesario y merecido este año.

Pero tenemos que volver urgentemente a la normalidad que teníamos antes de la barrancada. Hay mucha necesidad. Mucha gente no ha vivido con sosiego estos meses pasados. Hay traumas, pérdidas de seres queridos o conocidos, injusticias, pérdidas de bienes materiales... volver a una normalidad está siendo muy difícil y costoso.

Del mismo modo que se rehicieron los parques como oasis de orden, de evasión, de esparcimiento... el oasis de la Capilla de Adoración es hoy, más que nunca, necesario. Necesitamos desahogarnos con el Señor, que siempre nos escucha. Necesitamos recibir su consuelo para recuperar el optimismo y poder llevar esperanza a aquellos que lo necesitan. 

Quedan muchas heridas abiertas y por sanar y el mejor médico del mundo está entre nosotros, esperándonos para atender a los enfermos. Pero necesita enfermeros, asistentes, recepcionistas que mantenga la clínica abierta, llevando a los enfermos al Señor. 

El Señor te necesita. Necesita tu oración,  necesita que animes a otros a venir a mantener abierta la capilla, necesitamos que pidas por que el Señor envíe más obreros a su mies, Pídelo en tu turno de adoración, en tus oraciones, insistentemente.

También comunicarte que todos los jueves, la eucaristía celebrada en la parroquia tendrá como intenciones que el Señor vuelva a poner en marcha el turno ininterrumpido de adoración perpetua en Catarroja.

Recemos.