El padre Henry estuvo en la inauguración de la capilla de la AEPC

El CD favorito del padre Henry era "Ride the Lightning" de Metallica. Una noche, cuando volvió de fiesta, su madre estaba sentada viendo un canal cristiano en la tele, cuando un dedo lo señaló desde la pantalla de la televisión y una voz detrás del dedo dijo: "Tú, sí, tú, te estoy hablando; si no cambias tu vida, amigo mío, ¡te vas a ir al infierno!". Rompió todos sus CDs. 

Jugando en las máquinas tragaperras de un casino en Atlantic City y especulando en la Bolsa de Valores de Nueva York, soñaba con conseguir el 777  ¡y ganar el Jackpot!

Su contraseña de correo electrónico era iamfire777, traducido; "Soy fuego 777". Era epiléptico. Suspendió 7 asignaturas en su primer semestre. Fue ordenado sacerdote el 7 del 7 de 2007 en los Siervos del Hogar de la Madre. "He venido a traer fuego al mundo, ¡y cómo desearía que ya estuviera en llamas!" (Lc 12, 49).

El padre Henry Kowalczyk, SHM, nacido en 1965, murió en una caída, por culpa de uno de sus muchos ataques epilépticos, en 2020, en plena pandemia. Te puedes acercar a su intensa vida y al fuego que irradiaba alrededor, en este reportaje que te recomendamos vivamente que veas y compartas.

Y te preguntarás, con razón, ¿a qué viene hablar del padre Henry en este blog? Pues resulta que este santo sacerdote acabó atendiendo a los enfermos en el hospital clínico, en la avenida Blasco Ibáñez de ¡Valencia!. Allí se jactaba de realizar triples coronas, como en las máquinas tragaperras; pero esta vez eran de santidad. En el vídeo te explicarán a qué me refiero con lo de las tres coronas.

En el vídeo de la inauguración de la Capilla de la AEPC, puedes verle varias veces, tanto en la eucaristía como en la procesión eucarística que le sucedió.

Un sacerdote que vivió y murió en olor de santidad y que estuvo desde el comienzo de la capilla de la AEPC. Tenemos un potente intercesor  que vela por la capilla y todos sus adoradores. A ti nos encomendamos, padre Henry, para que ese fuego del Espíritu, que llevabas dentro, se nos contagie y podamos llevarlo a todas partes donde esté un adorador de la AEPC. Hagamos todos juntos una triple corona.