Testimonios

En esta página, encontrarás declaraciones de adoradores de la Capilla de la Adoración Eucarística Perpetua de Catarroja.
En esta sección podrás encontrar testimonios de adoradores que han recibido alguna gracia especial, algún favor que se había pedido y que el Señor ha tenido a bien conceder; conversiones, experiencias de cómo el Señor ha ido moldeando los corazones durante este tiempo, tanto personalmente como en las familias. Matrimonios rotos que han sanado, relaciones irreconciliables que han vuelto a reverdecer, cambios que se han producido en las vidas de las personas que adoran al Señor, en sus familiares y amigos, hechos o anécdotas ocurridas durante las adoraciones,...
La presencia del Señor es real y cambia la vida de aquellos que están cerca de su corazón.

Así mismo, por su interés, también hay enlaces a otros testimonios de otros adoradores que no pertenecen a esta capilla pero cuya lectura puede ayudar a hacer mejorar tu fervor hacia la adoración eucarística. 

Testimonios de la AEPC

Febrero 2023

Hace unas semanas me encontraba haciendo la hora de adoración correspondiente a la Lista de Oro. Sólo sabía que la adoradora siguiente se llamaba Julia, pero yo no le conocía.

Faltando 5 minutos para el cambio de turno, tras escuchar el timbre, salgo de la capilla y veo en la verja a dos jóvenes de unos treinta años de edad que llevaban en la mano lo que me pareció un rosario muy largo.

Mientras pulsaba el interruptor para abrir la cancela y facilitarles el paso, les pregunte si venían con Julia, pensando que irían de acompañantes y que se habrían adelantado mientras Julia estaría aparcando. Me respondió uno de ellos, diciéndome que no tenía ningún inconveniente en ser Julia … Aquella repuesta me desconcertó y ya me puse en guardia.  En ese momento, apareció Julia quedándonos los cuatro en el atrio.

Les pregunté si venían a adorar, respondiéndome que venían a ver, si lo que estaba en la capilla era uno de los últimos avatares producidos recientemente.

Julia se percató enseguida de la longitud del rosario que llevaban y les preguntó si eran budistas. No contestaron y siguieron insistiendo en los avatares y en las reencarnaciones, preguntándonos a ambas si creíamos en ellas. Les respondimos que, por supuesto, no creíamos en la reencarnación y que éramos católicas, apostólicas y romanas.

A todo esto, mi cerebro estaba dándole vueltas al término avatar, porque me sonaba a la película del mismo nombre, estrenada hace ya algún tiempo y que por cierto, no me ha interesado nunca. Les hice saber que en la Biblia esa palabra no aparecía en ningún sitio. Ellos seguían insistiendo en los avatares, que estaban apareciendo últimamente. Harta ya del tema, les dije que, quien estaba allí dentro expuesto en la capilla y que era objeto de nuestra adoración era el HIJO DE DIOS.

Ante tal respuesta, uno de ellos dijo que iban a entrar a rezar al espíritu, y no sé por qué intuí que se referían a cualquier espíritu de los que pululan por ahí, y no al Espíritu Santo.

Para zanjar el tema, y como si fuera un escopetazo salieron de mi boca las siguientes palabras: “Mira cariño, los judíos piden signos, los griegos sabiduría y nosotros predicamos a Cristo crucificado”. No me contestaron, entraron en la capilla, se sentaron en silencio, quedándose durante un rato y se fueron.

Ya en mi casa analicé lo que les había dicho y me di cuenta que había citado (1Co 1, 22-23)  comprendiendo que había sido lo correcto. La Cruz, locura para los no creyentes,  es el mayor signo de amor a los hombres que Dios nos ha dado ;la aparente debilidad divina, es más fuerte que las personas;  es fuerza y sabiduría de Dios porque en ella el pecado ha sido vencido.

Por eso, la Iglesia exhorta: “ mirad el árbol de la Cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo “ (Misal Romano , Celebración de la Pasión del Señor).

Como curiosidad , la palabra "avatar", como tal, proviene del sánscrito avatara (religión hindú), que significa descenso o encarnación de un Dios. (Cf. Diccionario)

Diciembre 2021

He nacido en el seno de una familia que desde pequeño me ha transmitido la Fe a través del Camino Neocatecumenal. Desde ahí surgió una semilla que fue poco a poco germinando y floreciendo hasta que, llegada la adolescencia, decidí alejarme del Señor al igual que el hijo pródigo, dejándome llevar por las voces del mundo: éxito, arrogancia, soberbia, lujuria…
En estos años he sido incapaz de poder cargar con la cruz, todo lo que generaba sufrimiento, miedo, inseguridad e inestabilidad lo rehuía. Yo quería demostrar lo contrario: estabilidad y autosuficiencia, como si el Señor no hiciera falta en mi vida. El Señor ha tenido tanta misericordia conmigo porque llegó un momento en el que hubo un sufrimiento que era incapaz de evitarlo, tenía que afrontarlo sí o sí. Allí fue cuando el Señor me hizo ver mi pequeñez, verme pequeño.
Durante tantos años me había creído que era autosuficiente, que yo mismo podía llevar mi vida, dirigirla. En ese sufrimiento el Señor me hizo darme cuenta de que si no me apoyaba en él me iba a hundir, no iba a poder y mi vida no iba a tener sentido. Gracias a él de esa muerte sacó la vida.
A partir de ahí el Señor me ha llevado poco a poco a la Iglesia, me ha hecho darme cuenta de la miopía que yo tenía. También me ha hecho descubrir, a raíz de este sufrimiento, de que la Iglesia es muy rica, que yo sólo tenía la visión de la Iglesia en el Camino Neocatecumenal. El Señor no me ha llamado a ese carisma pero se valió de él para que mis padres me pudieran transmitir la Fe y tener esa semilla.
El Señor me ha descubierto otras vías en las cuales me puedo encontrar con él. Poco a poco he ido asistiendo a los sacramentos, sobre todo la eucaristía y la penitencia, y más tarde el Señor me dirigió a la capilla de adoración perpetua de Catarroja en la parroquia de María madre de la Iglesia. Él ha tenido tanta misericordia conmigo que me ha permitido poder disfrutar de un regalo tan inmenso como es servir de instrumento y medio a través de dirigir un pequeño grupo de adoración los sábados por la noche en el que han surgido muchos frutos, muchísimos, de conversión, de poder compartir con los hermanos…
Me gustaría citar un evangelio: Mt11, 28-30 «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.»
En definitiva me gustaría poder transmitir en este testimonio que no tengamos miedo a abrirnos al Señor y mostrar nuestras debilidades, miedos e inseguridades. Él nos conoce mejor que nadie, entreguémonos a él y dejémonos moldear si realmente queremos experimentar la auténtica felicidad.

Isaac Pérez

Mayo 2021

No quiero ser el testimonio del mes, quiero ser testimonio semanal de la luz de Cristo. Casualmente el evangelio de hoy dice: “Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
Y realmente mis mejores momentos en la perpetua han sido cuando he podido ser luz o sal para otras personas, cuando he podido ofrecerle un pañuelo de papel a aquella persona que lloraba, cuando he podido llevar la oración de otra persona, cuando he enviado una foto de nuestra capilla a algunas personas tristes o desesperadas...
Y ahora se me ocurre ¿por qué no somos testimonios perpetuos? ¿por qué no somos las velas vivientes de la perpetua?
Hace unos meses nos preguntaban cómo promover la Adoración perpetua entre la gente y solo ahora se me ocurre, que podíamos poner un par de carteles donde se dijera a los visitantes: Si quieres dedicarle una hora al señor, pregúntale al adorador de esta hora. "El te dará su testimonio y te dirá cómo ser adorador”. El adorador de turno, sólo le contaría sobre la gloria de Dios y el email o teléfono donde apuntarse...
Porque si los visitantes buscan a Dios, nosotros tenemos que ser la vela que ilumine su camino.
 
José

Marzo 2021

Nací en una familia cristiana que me transmitió la fe. Sin duda, la mayor herencia que mis padres me han dejado. Mis oídos se acostumbraron a escuchar acerca de Dios, pero mis ojos no reconocían una experiencia de vida que manifestara su presencia.
Pronto mi vida empezó a zarandearse y lo que creía sólido se diluía rápidamente. Me encontraba en medio de la tormenta que trae consigo el sufrimiento, muerto de miedo al igual que los apóstoles aquella noche de tempestad cuando su barca estaba a punto de hundirse.
En ese mismo momento, el Espíritu Santo me condujo a la adoración y recibí de Dios la más intensa paz, como cuando Jesucristo se despertó ese día del profundo sueño y calmó las aguas y la lluvia. Jesús dormía sobre una almohada en aquella tormenta. Eso me ha dado a mí Dios en la adoración: un descanso en el sufrimiento.
La adoración ha cambiado mi vida. Ha marcado un antes y un después. Y es que he descubierto la dimensión de Dios como padre que ama profundamente a su hijo.
Como un padre que alienta a su hijo en la batalla contra el pecado para que sus pies no sucumban a la muerte.
Como un padre que me abraza y me consuela en medio de la tempestad que arroja el sufrimiento.
Como un padre paciente ante la rebeldía de su hijo, siempre sito de pie a las puertas de su casa esperando en vela al hijo pródigo.
Como un padre misericordioso a quien nada le pesa las ofensas de su hijo, pues por encima de ello se encuentra su amor.
Como un padre que conoce los sentimientos de su hijo y no es ajeno a ellos, sino cercano, consolador, protector.
Como un padre que recoge los pedazos rotos del corazón de su hijo y lo renueva, que sana las heridas más profundas.
Como un padre que se mantiene en vela por y para su hijo.
Como un padre que ama tan intensamente que entrega su vida para salvar la de su hijo.
En la adoración he recibido de Dios aliento de vida. La adoración me ha permitido abandonarme a la voluntad de Dios, y es con mucho lo mejor. Me ha permitido reconocer que el proyecto de Jesús para mí era infinitamente superior al mío.
Antes conocía a Dios de oídas, ahora le han visto mis ojos.

Anónimo

Febrero 2021

Soy un hombre que vivía alejado del Señor y despreciaba a la Iglesia, pero a través del anuncio del “kerygma” se me concedió la Gracia de redescubrir el Amor. Cuando se me invitó a participar en una hora ante el Santísimo lo hice por servirle a Él, pero me regala una hora semanal de estar en su paternal presencia que me considero como el hijo pródigo, sé por experiencia que la oración tiene un poder inmenso contra el Maligno y es mi primer oficio todas las mañanas, por eso estoy alegre de este regalo que se me ha hecho.
David Galindo

Enero 2021

Soy Mónica Martínez, estaba muerta y el Señor me rescató, me sacó de las adicciones, me resucitó de la muerte, me da la Vida y me Ama. No hay nada, ni nadie que pueda Amar y dar Vida, solo Él. Y todo esto lo he descubierto estando a Sus Pies, en Adoración, a los pies de Jesús Eucaristía.
El Señor que es tan bueno me ha permitido, por su Gracia, ser consciente de que Jesús, el mismo que paseaba por Galilea hace 2020 años está Vivo y presente en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en la Eucaristía. ¿Como se puede ser indiferente a esto? ¡Dios mismo, el Creador de todo, el que te pensó, te amó y te formó en el vientre de tu madre, decidió quedarse en la Eucaristía! ¡Por Amor! ¡Para que no estuviéramos solos! ¡Para dejarnos Amar por Él! Es un regalo... Yo que estaba más muerta que viva he podido sentirme amada a sus pies. Él me va formando, me va sanando, me va moldeando, para que sea lo que Dios tiene pensado para mí, para ser Santa. Y todo estando a Sus Pies, sin hacer nada, solo dejándome mirar por Él, dejándome Amar por Él.
Hace 3 años, el Señor me mostró que mi vida cambiaría con la Adoración, a mí, que no sabía ni que era, y menos que Jesús, Dios mismo, estaba ahí. Por eso te invito, a ti que estás leyendo estás palabras, que te pongas a los pies del Dios Vivo, día tras día, que seas fiel a Él, que es EL ÚNICO que salva, EL ÚNICO que tiene palabras de Vida Eterna, EL ÚNICO capaz de sacarte del infierno que estés viviendo,
porque te Ama, ha derramado cada gota de su sangre por ti, y sólo quiere que tengas Vida ¡Vida en abundancia! ¡Que el Señor nos ayude a ser fieles a Él hasta el final! Gracias hermano/a por leer estas palabras. Te pido que si puedes reces por mi para que el Señor me permita serle fiel y ¡para ser Santa! Todo para su Gloria. ¡Que Dios te bendiga enormemente!
Unidos en Oración, unidos en el Amado.
Mónica Martínez López.
Sierva inútil de la Comunidad Siervos de Cristo Vivo «Casa de la Madre»

Diciembre 2020

Quan em van dir que es faria una Capella d’Adoració Perpetua a Catarroja segué una alegria per a mi. El meu pensament segué que bé, així podré visitar al nostre Senyor quant jo vulga; però com els camins de Déu són tan inesperats el que va passar segué a la inversa ell em va utilitzar a mi com a ferramenta. I encara així ací escrivint el testimoni davant d’ell, pense jo que no sé ni resar com toca... Que he anat a la meua hora de totes les maneres... dormint, més pecadora que mai, eufòrica, sensible, espanta, cansada... però ací estic Adoradora de 6,00 a 7,00 i és per a mi el cel en la terra un lloc on no cal paraules un lloc on l’esperit es comunica i les transparències s’alliberen, l’eucaristia i l’adoració són el meu pulmó per a afrontar la vida diària.
I on vertaderament he sentit el poder de la comunitat cristiana on ara fa 3 mesos que nasqué la meua filla i la nit del naixement vaig sentir intensament com tota una nit els adoradors estaven resant per la meua intensió i jo sentí com el Senyor estava present. I tantes voltes com he tingut les contestacions a les meues pregàries fetes paraules a través de l’adoradora que ve l’hora després de mi. Done gràcies a Déu per estar ací cada setmana, i done gràcies pel gran honor de ser ferramenta i adoradora del nostre senyor que ho és tot. Amén.

Clara Bou

Noviembre 2020

SALVE MARIA
Cada momento de nuestra vida es una ocasión perfecta para poder cumplir con la virtud de la Justicia, es decir, de dar a cada cual aquello que le pertenece. Esta virtud se debe practicar tanto hacia nuestros hermanos, como de modo especial a Dios, Uno y Trino.
En esta ocasión, aprovecho para dar gracias a Dios por el gran don de la Sagrada Eucaristía, el mismo Nuestro Señor Jesucristo presente en la Tierra para que viviendo con Él, por Él, y para Él, alcancemos la vida bienaventurada, es decir, santos en el Cielo.
Durante la campaña de apertura de la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua de Catarroja, tuve el regalo de promover un poco esta santa misión entre las parroquias de mi pueblo, Paiporta, pero en mi mente no estaba contemplada la idea de apuntarme en ningún turno, ampranándome en la excusa de que mi horario habitual no me lo permitía.
Uno de los “apóstoles” me dijeron que habían un par de horas libres a lo largo de la madrugada, y aprovechando que mi padre estaba al lado, y las horas eran consecutivas, movidos por el Señor, nos apuntamos de inmediato. A lo largo de estos años, el Señor ha estado muy grande con nosotros. Es palpable el modo como Cristo Eucaristía, Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios, nos habla, nos trabaja, y nos santifica con su presencia, muchas veces incluso cuando nuestra disposición no es la ideal, o incluso cuando nos dormimos ante Él, cosa que pasa con cierta frecuencia... Gloria a Dios.
El turno de Adoración semanal es un instrumento que el Señor me ha puesto para darle a Jesús la centralidad que merece en el Domingo. Es el mejor modo de prolongar la Celebración de la Santa Misa.
Dios nos quiere cerca suya, para que pudiendo darle el culto que le corresponde, el de Adoración, podamos vivir en todo momento conforme al plan de santidad que tiene preparado para con cada uno de nosotros, para “hacer lo que Dios quiere, y querer lo que Dios hace”.
Gracias Señor por tanto bien recibido por el don de pasar tiempo en tu presencia.

Federico Ferrando Romero

Octubre 2020

La cruz, ver que todo lo hace bien en mi vida, él es quien me ha creado. Él es el que me ha amado, me ha buscado, me ha encontrado y me ha llamado a seguirle en la iglesia como laica; hay tantos momentos en mi vida de sufrimiento, como el fallecimiento de seres queridos, que me han llevado a la cruz para poder descubrir que el sufrimiento con Dios tiene el sentido y la fuerza de poder redimir al hombre. En medio de este sin sentido, muchas veces me he encontrado con la mirada en la cruz, y descubría a Dios a
la luz de la palabra, como creador, como Padre. Fue su voluntad que Cristo se entregase para que yo hallase la vida, la salvación en el misterio de la cruz, más aún me pastorease hasta el padre hallando ahí descanso y paz. Todo esto me lo ha dejado la eucaristía, la confesión, los sacramentos y la adoración sacramentada donde puedo hablar, orar al Señor en intimidad, en aposento de mi corazón, él es quien lo realiza todo y yo lo recibo como regalo. Toda mi experiencia de Dios es el milagro de amor que me lleva a ser mejor persona, a querer este mi bien y darlo a los demás, a llevarlos también en presencia del que es todopoderoso... Es un misterio y me pregunto:¿Cómo es el amor?. Pablo me contesta a mi y a todos en(1 cor 13, 1- 8): “ el amor es Dios “
Anónimo

Septiembre 2020

Mi testimonio es que cada día que he ido a la adoración ha sido un milagro. Porque mi salud esta muy sensible y siempre ese día he tenido fuerzas para hacer todo lo del día.
Siempre me pregunto: ¿esto como puede ser? la salud me la mejora cada vez que estoy allí.
También me gustaría contar que Dios ha alejado a mis hijas de unas malas compañías. Gracias a la oración de intercesión por ellas en la capilla, ahora mismo ninguna de ellas está con esos amigos.
Y otro milagro que me ha concedido es que una persona conocida, ha mejorado en su salud, que estaba muy afectada. Ya está haciendo vida normal y está, gracias a Dios, en buen estado de salud.
Cada vez que voy siempre he salido fortalecida y he tenido mucha paz para afrontar mis problemas personales y matrimoniales.
Es importante que vayamos con Fe y confianza a la presencia del Señor a pedirle, ya que solo con mirarle siempre sabe lo que necesitamos y nos lo concederá.
M.P.

Agosto 2020

“La llevaré al desierto y allí le hablaré a su corazón” (Os 2,16)
Hace 7 años que Te conocí. Fue en la madrugada del 17 al 18 de agosto, de 3 a 4 de la mañana. Me pidieron si podía ir a una capilla muy parecida a esta y estar allí esa hora.
Llegué y me senté en los últimos bancos con la única finalidad de que el tiempo pasara rápido, porque ni era creyente, ni tenía intención de serlo, ni conocía ante Quien me había sentado. No sabía que “aquello blanco” que estaba sobre el altar eras Tú, Jesús, que estabas allí VIVO esperándome. Pero Tú, que sí me conocías y sabías lo enferma que estaba, no te hiciste esperar y, en el silencio aparente de aquella capilla, no tardaste en darme la bienvenida hablándome al corazón, para después sorprenderme con tu Amor, que me sumergió en esa Paz tuya indescriptible. Una hora te bastó para cambiarme la vida para siempre. ¡No podré recibir un regalo mayor en esta vida que el haberme encontrado Contigo! Entré muerta y salí resucitada. Y eso es lo que sigues haciendo cada día que voy a visitarte porque “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10,10) y para eso te has quedado en la Eucaristía y estás en esa custodia día y noche esperándonos; solamente porque nos amas tanto que deseas darnos constantemente de esa Vida que sin Ti nos falta y que tanto necesitamos. Nunca, nunca que voy salgo igual que he llegado, porque nadie que visite el Cielo puede regresar al mundo con las manos vacías. Eso es la capilla de adoración eucarística: el Cielo en la tierra, el lugar donde puedes postrarte ante Dios y descansar en su Amor: “Venid a Mí los que estáis cansados y agobiados que Yo os aliviaré” (Mt 11,28), y Él te dará alegría en tu tristeza, alivio en tu sufrimiento, paz en tu preocupación, misericordia en tu pecado, plenitud en tus vacíos, ganancia en tu pérdida, auxilio en tu desesperación. “Enjugará las lágrimas de sus ojos.
Ya no habrá muerte ni lamento, ni llanto ni pena, pues todo lo anterior ha pasado. Ahora todo lo hago nuevo” (Ap 21,4-5) ¡Gracias, Jesús, por estos 7 años juntos! ¡Los mejores de mi vida! ¡Gracias por cada
segundo que he pasado junto a Ti en la adoración, por todo lo que has hecho conmigo, por tantas Gracias y Bendiciones recibidas! Ahora sé que nada hay imposible para Ti. Si conocieras el Amor de Dios y lo que Él te quiere regalar, en este mismo instante lo dejarías todo y saldrías corriendo a su encuentro, porque eso es lo que realmente cambiará tu vida y este mundo.
…esta travesía tiene un fin, y Él es Quien te espera a la otra orilla del mar…

Una conversa curada por Jesús

Junio de 2020

Este tiempo de confinamiento me ha ayudado a reencontrarme con Dios, aunque la Iglesia estaba cerrada, me he sentido Iglesia en mi matrimonio y en mi familia. Cristo ha resucitado y ha estado presente en los momentos cotidianos: en los buenos y en los no tan buenos y por eso he podido querer al otro como es. Y a valorar que en la sencillez de lo cotidiano me puedo encontrar Contigo.
Sedienta de ti está mi alma, en algunas ocasiones he sentido la necesidad de sentirle físicamente de estar con él y de poder unirme a Él, pero es ahí donde mi Fe se ha visto fortalecida, Su presencia en mi vida ha sido mayor. Gracias Dios mío por tanto, por ser mayor que mis miedos, por hacerte presente en mi
vida, por acompañarme en cada momento y ver que este tiempo especial era para nuestro reencuentro y que en el sufrimiento de los demás puedo ser intercesora en mi oración.

Mayo de 2020

Para mí este tiempo de confinamiento ha servido sobre todo para darme cuenta del papel que ocupa en mi vida la adoración, tanto a nivel existencial como de fe. Dicho de otro modo la seguridad que me da el encuentro con Jesús resucitado. Ahí, en ese encuentro es cuando puedo tasar las cosas que me atan de este mundo que no son comparables para nada a la certeza de saber que Jesús es el hijo de Dios. 
Porque pienso que esa es nuestra fe, conocer al que Dios padre ha enviado, a su hijo amado que se entregó y resucitó para justificar nuestros pecados. Esa seguridad de la que hablo es también descanso a la vez de las preocupaciones de la vida, porque si mi fe en Jesús sacramentado está viva ya no hay preocupaciones ni miedos para mí, porque su amor me libera ya de todo eso. No siempre tengo esa fe. Sí la tengo cuando soy consciente de quién está expuesto en la custodia las 24 horas del día. Doy gracias a Dios por ello. 
En este tiempo de confinamiento he tenido tiempo para rezar más, para estar en familia y valorar también el tener un hogar, ya que tantos en el mundo no lo poseen.

Abril de 2020

Hace un poco más de 2 años, yo estaba tratando de ahondar y afianzar más mi fe en nuestro Señor Jesucristo, cuando un día me encontraba en la CAPILLA NUESTRA SEÑORA DEL SOCORRO , en BENETÚSSER, y acudieron a ella un grupo de personas de la Iglesia de CATARROJA , MARÍA MADRE DE LA IGLESIA, para explicar que querían abrir un Centro de Oración Perpetua al Santísimo y que necesitaban adoradores para cubrir las 24 horas de compañía y oración a Él.
Yo de inmediato pensé SEÑOR TU ME HAS DADO TANTAS COSAS BUENAS EN LA VIDA Y YO TE HE DADO TAN POCO, por lo que me apunté y comencé a profundizar en este mundo de Dios, lo cual me dio paz, tranquilidad y crecimiento espiritual.
Al año y medio de estar en la Oración al Santísimo y estando bajo un fuerte estrés por el trabajo, la familia, la terrible situación sufrida en mi país de origen (Venezuela), entre otros problemas, me enfermé y me diagnosticaron un Cancer de los Ganglios o Linfoma, me sentí con una tristeza profunda y miedo, fueron varios días hospitalizada, en los cuales me hicieron muchos exámenes y en cada momento de soledad le pedía a Dios que me ayudara a curarme de esta enfermedad, era el segundo cáncer que pasaba, el primero fue un CA de mama. Suplicaba a Dios que por favor nos alejara de todo cáncer a mi y a mi familia.
Desde allí han venido todos los controles libre de células cancerosas, tengo fe que en los sucesivos exámenes se arroje lo mismo.
Gracias doy a Dios por darme tantas bendiciones como son una nueva oportunidad de vida, permitir seguir adorándolo y aprendiendo de Él, estar al lado de mi madre, de mi marido, de mi familia, disfrutar de dos nietos por parte de mi esposo y un puñado de amigos maravillosos que siempre estuvieron pendiente de mí, entre otros afectos.
Algo vital aprendí en esos momentos tan difíciles, duros y complejos que tuve que pasar y fue que mi FE Y mi ESPERANZA eran necesarias para hacer esa travesía con la bella compañía de JESÚS y salir exitosa y curada de todo eso.
Sin la compañía de Dios nunca lo hubiese logrado, porque solo Él sabe como ir contigo en los momentos más arduos. Gracias también a mis seres queridos por ser un importante apoyo.
Gracias al Santísimo por su gran amor.


Una adoradora agradecida

Marzo de 2020

Mi experiencia en estos dos años de Capilla de Adoración Perpetua es una experiencia de gratitud.
De gratitud por todo lo que Dios me regala cada día, desde que empezamos a rezar para que se pudiera abrir la Capilla.
Lo primero que me regaló fue Paz, una sensación de Paz y de tranquilidad al salir de la capilla, y al tener que afrontar problemas o dificultades diarios. Que antes no tenía.
Gratitud a las personas que se fiaron del Señor, y se pusieron en sus manos para que esta Capilla se pusiera en marcha. Gracias al párroco Jose Vicente por contar conmigo para el equipo de coordinadores, que era algo que yo no había pensado para nada. Gracias al equipo de coordinadores porque es muy fácil trabajar con ellos.
También gratitud porque me he sentido consolada y escuchada por el Señor.
En la adoración siento la necesidad de contarle las cosas bien sea un problema o alegrías porque sé que Él está ahí para escucharnos porque le importamos, porque nos quiere. Eso me ha pasado a mí en la Capilla delante del Señor. Me he sentido querida y mimada por el Señor, me he sentido abrazada por el Señor.
Gratitud porque me ha concedido cosas que no me esperaba. Gratitud porque Él siempre está ahí
Si confías en el Señor, Él va llevando tu vida.
Espero poder seguir visitando y adorando al Santísimo durante muchos años y poder rezar por todas las personas que conozco y por todas las personas que no conocen al Señor o no quieren saber nada de Dios ni de la Iglesia, para que el Señor siga cuidando de ellos.
Os animo a todos a que lo probéis.


MªTeresa, coordinadora del Turno de Noche

Febrero de 2020

Desde la inauguración de la capilla estoy como voluntario, siempre de noche. Es un triunfo del Señor que me levante todas las semanas para ir a adorar de 4:00 a 6:00 de la madrugada. Que dos benditas horas que me ha dado el Señor. He aprendido a encontrar y a conectar al Dios vivo. Mi sistema que me funciona y por eso os cuento es este:
1) Santo Rosario
2) Hablar con Cristo Sacramentado, desde mi corazón, de mi vida, quedarme largos ratos mirándole a Él
3) Abrir al azar la Biblia o leerme las citas bíblicas de los misterios del Rosario de ese día. Escrutar los misterios del Santo Rosario.
Es una Maravilla, Jesús siempre me responde, me acompaña, me educa. ¿Como es posible que me responda al azar la Biblia y directamente a lo que yo le decía anteriormente en mi pensamiento adorándole? No es posible. Esto es sobrenatural. Es Dios quien se preocupa por mí. Doy las gracias a los que llevan la capilla por darme esta oportunidad, y sobretodo a Él, a Jesús. Me caso y me voy a vivir lejos, me tengo que dar de baja, pero estos años los tendré siempre en mi corazón con mucho cariño.
La adoración no la dejo ni loco.


Un adorador.

Enero de 2020

Querría hablarle a aquellos que no conocen la adoración, que se pierden una cosa muy bonita que es el conocer a Dios, porque yo hace siete años no lo conocía, iba a misa pero no lo conocía. Iba a bodas, bautizos y comuniones, pero era ir y volver. Pero hace siete años me invitaron a unas catequesis (se lo debo de agradecer al párroco) y aunque sea poco a poco me he enamorado del Señor y he cambiado mucho (según dice mi madre).
Gracias a Dios estoy aquí todos los días, me despierto y me da la vida todos los días. El Señor me llama a acudir a ir, cada vez que se piden necesidades, me anima a cubrir horas, aunque sean de madrugada, después de comer, cuando sea! Vengo aquí y hablo con él, aunque ya lo sepa todo, salgo renovada. A Él se lo debo todo y gracias a Él estoy aquí y sin Él no sería nadie la verdad, me da la vida todos los días.
Todo lo que tengo es gracias a Él, soy feliz con la vida que llevo y que hago y me ayuda a ser paciente con los sufrimientos por los que le pido.

Marisa, una adoradora agradecida

Diciembre de 2019

Todo comenzó de la forma menos esperada, ahora entiendo que así actua el Señor. La incredulidad que sentí el día que nos expusieron al final de una misa dominical, en María Madre, la intención de abrir en nuestro pequeño pueblo una Capilla de Adoración Perpetua, se torno en certeza el primer día que cumplí con mi primera hora de adoración. Certeza de que Tú estabas buscándome desde hacía mucho tiempo, cierta consciencia del gran regalo que nos habías hecho en forma de pequeño lugar de encuentro contigo.
Con el paso del tiempo mi hora de encuentro semanal contigo se ha convertido en oxígeno para mi vida, esa hora de silencio frente a ti recoloca todo mi ser. Cerca de ti siento paz, el día se hace más fácil, y aunque soy consciente que caminamos por “un valle de lágrimas” , también lo soy que “en verdes praderas me haces recostar” y que junto a ti nada temeré.
Gracias Señor por ayudarme, por buscarme y por concederme tu Gracia y tu Misericordia.
Gracias Señor por bendecir a mi familia, pues aún con lo baches que siempre nos encontramos, nos has hecho entender que tenemos que mirar arriba con la confianza de que tenemos un Padre amoroso siempre dispuesto a escucharnos y ayudarnos.
Gracias Señor por poner en mi vida, y en la de muchos, lugares como nuestra querida Capilla, Tú sólo sabes el bien que están haciendo en este tiempo de tanta tiniebla.
Aprovecho para animar a todo el que lea mi testimonio y no sea adorador, que pruebe a estar una hora de la semana en presencia de Dios, Él se encargará del resto.


Una adoradora.

Noviembre de 2019

Con éste testimonio quiero dar gloria a Dios que deja a las noventa y nueve ovejas  y se va en busca de la oveja pérdida. Es lo que el Señor hizo en mi  caso para salvar a su oveja descarriada  del abismo eterno.
El Señor no desolló las lágrimas y corazón sufriente de una madre que como santa Mónica  suplicaba por su Agustín, que a semejanza de él,  me complacía en el pecado en sus diferentes formas.  Me veo identificada con él en su vida de pecador antes de encontrar al Señor. Iba por el camino ancho y fácil del mundo, pero Dios al igual que a San Agustín, no me abandono.  Había encontrado en la concupiscencia de la carne, la vanidad, los placeres del mundo y todo lo que fuera satisfacción propia, mi forma de vida.  Había dejado a Dios en el último lugar.
Un Dios que estaba allí solo para cuando necesitaba que me solucionara algo, un Dios al que había sacado de mi vida por los deleites del mundo, desterrándolo de mi casa y de mi corazón, ocasionando  con ello que también  fuera muriendo en el corazón inocente de mis hijos al  no existir un  momento de oración, al no acudir a la santa misa por no querer encontrarme con la verdad absoluta frente a mí, verdad que tenía grabada en mi corazón pero que no quería reconocer. Ya  poco a poco  Dios era solo algo lejano.
Viví en éste estado  de pecado durante cinco años en los que me aleje por completo de mi vida cristiana tras una ruptura matrimonial y una dolorosa  custodia compartida que rompió en mil trozos mi alma y mi corazón. Me equivoque de camino radicalmente. No me refugie en el amigo que nunca falla, que es el único que ha dado la vida por mí,  quien ha sufrido la más dolorosa  agonía en el huerto de los olivos orando al Padre por mi salvación,  quien sufrió la más cruel flagelación en su preciosísimo cuerpo para reparar con ello todos mis pecados de la carne, corazón y del espíritu; quien se dejo coronar cruelmente con la corona de espinas, dejándose traspasar su preciosísima y santa cabeza para reparar por mis malos pensamientos y malas actuaciones, se dejo traspasar sus manos, pies y costado para reparar por mis faltas de amor, caridad y  humildad. Me olvide de éste Cristo sufriente que está allí mendigando nuestro amor,  que dejo su trono para venir a salvarme y permanece cada día esperándome  en la santa eucaristía  donde se da por amor a los pecadores,  me olvide del dolor del hermano en los enfermos  que sufren y esperan nuestro consuelo.  Me sumergí en una vida vacía   pensando que allí encontraba el refugio a mi falta de soledad al no tener a mis hijos a tiempo completo.
Por misericordia de Dios al ver que yo no hacía nada para cambiar mi situación y que por el contrario me sumergía más en el abismo de mi egoísmo y mi condenación al no vivir una vida de gracia y comunión con Él, se ideo un plan perfecto para atraerme a su amor, para enamorarme y dejarme tan atrapada que ya fuera capaz de dejar todo por amor a Él y salvar mi alma.
Mi hija a pesar de todo, se estaba preparando en la iglesia del Pilar desde hace varios años  en el grupo del buen pastor.  Asistía a la catequesis  la semana que estaba conmigo con gran alegría y salía llena de Dios. El día 9 de junio del 2019 tomaba su primera comunión en la iglesia del Pilar  y el día 8  de junio eran las confesiones. A raíz de un encuentro muy personal y cercano que tuvo mi hija con Jesús días antes de su confesión, me inundo a mí de tal manera con el amor de Jesús que ya no pude seguir huyendo de Él. En un segundo hizo caer todas mis vendas de mis ojos, me hizo ver cuánto me amaba, cuanto me seguía esperando a pesar de mi vida de pecado, cuanto deseaba que volviera a llevar una vida de gracia y de amor con Él.  Me dio una conversión cuando yo no la estaba buscando por su infinita misericordia. Me reconcilie con Él en el sacramento de la confesión después de cinco años, tome la resolución de no ofenderle más dejando las amistades pasadas y los entornos que no me favorecieran a una vida de oración.  Retome la santa misa  y ahora con mas fervor después de todo lo que el Señor ha hecho por mí y por mi familia. Me concedió la gracia de asistir el fin de semana siguiente de la primera comunión de mi hija  al Cerro de los Ángeles invitada por la iglesia de María Madre.  Allí obtuve la indulgencia Plenaria ya que era el centenario de la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús. Me recibió el Señor con todos los honores olvidando mi vida pasada y haciéndome sentir ahora su gran amor, me ha dado una familia en la iglesia, una compañía constante ya que a pesar de no tener ahora a mis hijos una semana, me siento acompañada siempre por Él y siento que ahora mis hijos tienen un Padre y una Madre del cielo que cuida siempre de ellos aunque yo no esté a su lado, en el mismo mes de junio ya quede conectada con la capilla de adoración perpetua al santísimo y me dio la gracia de hacerme adoradora del Santísimo del cual me siento atraída como un imán.  Mis tres hijos se han hecho adoradores del santísimo por voluntad propia e iniciativa de ellos a pesar de ser menores. La luz y el amor  de Dios entro en mi hogar. Ha hecho que también me acerque más a leer y vivir la vida de los santos (Santa Teresita del Niño Jesús, Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz, San Luis María Grignion de Montfort, San Agustín, Sor Josefa Menéndez, Luisa Piccarreta) ya que allí encuentro como amaron y como dieron la vida por el Señor. A causa de una operación que se efectuó en septiembre estaba de baja médica y en éstos meses me ha permitido vivir en un desierto para alimentarme sólo con Él y con la vida de éstos santos  y poder así, depurar mi alma contaminada y enferma..  Ahora me ha hecho sentir la necesidad de visitarle en el enfermo y abandonado, pudiendo empezar a ser voluntaria con las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús en Valencia, dándole acompañamiento pastoral a los enfermos del hospital que lo requieran. Todo esto me lo ha  dado por su gracia el Señor ya que yo no hubiera podido renunciar a toda la vida de placer  para seguirle. Ha esperado a que le diera el sí,  para Él empezar a actuar y hacer la obra salvadora que tiene reservada para cada uno de nosotros. Que por nuestra vida de pecado y de ruido no escuchamos a sus llamados. Nosotros le damos el sí y Él hace el resto. Lo hace todo suave, dulce y nos enamora de tal manera que quedamos cautivos de su amor. He logrado perdonar y sanar las cicatrices causadas por mi ex esposo y he podido pedirle un perdón de corazón por el daño que con mi actuación egoísta le he podido causar. Son todo gracias y favores que me está concediendo mi amado Jesús.  Bendito sea por siempre el Señor en el Santísimo sacramento del Altar.

De una adoradora enamorada del Señor en el Santísimo Sacramento del Altar.

Octubre de 2019

Desde la infancia me habían gustado las exposiciones del Santísimo que se hacían en la parroquia de mi pueblo ( siempre en fechas señaladas, Jueves Santo, Corpus Cristi .. ) Intuía que allí en la Custodia estaba el Señor. Desde hace muchos años, diariamente, hago momentos de oración, siempre en la soledad de mi casa, yendo al trabajo ( cuando estaba en activo ), paseando a la perra ... Me encanta el silencio y hace tiempo descubrí que cuando me sumerjo en él, mi modesta oración personal parece que la vivo más intensamente.
Tras este preámbulo, paso a describir mi experiencia como humilde adoradora: en primer lugar, no me considero mejor persona que los demás porque vengo a adorar, al contrario, cuánto más vengo más indigna me siento y más consciente soy de mis pecados. Es como si un faro potente estuviese permanentemente encendido, iluminando mis miserias, y a la vez sintiendo un fuerte dolor de contrición por las faltas que cometo a menudo. Por otra parte, voy a la capilla casi diariamente y allí, mirando absorta a la Custodia, y tras cantar mentalmente el Tantum Ergo, realizó la oración que antes hacía en mi casa; rezo el Rosario, le cuento mis preocupaciones y deseos. Sobre todo, le pido que me ayude a hacer su voluntad y a soportar con generosidad las dificultades de la vida. Pues bien, ahora viene lo mejor: he comprobado que si no voy, me entra el "mono", estoy inquieta y me siento culpable ... ; es como si tuviese dependencia de estar más cerca del Señor .

Quiero terminar, dando gracias a Dios por tener en Catarroja, esta capilla . Ha sido un regalo del cielo que no debemos desperdiciar.

Una adoradora.

Septiembre de 2019

Conocí a Dios en enero del 2018. Sin embargo, sé que ha estado siempre presente en mi vida, observándome y ofreciéndome su mano continuamente, aunque no la supiera ver.
Estando casado por lo civil y con 1 hijo, llegué a una parte de mi vida donde más solo me sentía. No tenía una estabilidad económica, vivía años de sufrimiento, estaba alejado de mi familia por trabajo, mi vida no tenía sentido. Decidí regresar a España sin nada, fracasado y sin el apoyo y confianza de mi mujer, después de haber pasado 4 años en África. Esa persona segura y fuerte con toda la confianza en sí mismo y sin Fe, había desaparecido.
Tras el cierre de la empresa familiar, estafas en África, embargos, alejamiento de mi hijo y de mi mujer, el Señor tenía un plan para mí. El señor se las ingenió para presentarme a EMAUS, que fue la llamada que me abrió los ojos. El señor la utilizó para regar esa semilla plantada en mi bautizo y mi comunión, para que brotara después de 35 años, como las cañas de Bambú. Las cañas de bambú salen después de muchos años enterradas. Parecen que sean semillas muertas, pero aparecen de repente y crecen con tanta fuerza y tan rápido que se convierten en tiempo record en troncos gigantes.
El Señor impidió que me separara de mi mujer, poniendo su amor en mí y aceptar los dos el sacramento del Matrimonio.
Me dio la oportunidad de cambiar de trabajo y tener estabilidad. Justamente la oficina estaba a escasos metros de María Madre y, sin preverlo, me vi asistiendo a la adoración, primero de forma voluntaria y después como necesidad, apuntándome a la lista de Oro y acabando finalmente ofreciendo 1 hora de adoración a la semana.
Conocer a Dios ha cambiado mi vida. Sentir que lo tengo cerca, en el Santísimo, donde abro mi corazón en la oración hacia Él y hacia nuestra madre la Virgen María, me ayuda a sentirme querido y a encontrar respuestas. Con ello refuerzo mi FE y CONFIANZA en el que siempre sé que ha estado ahí y el que nunca me ha abandonado.
Hoy tiene sentido Mi Vida y aunque hice cosas mal, me siento perdonado y sin miedo a AMAR como el me AMA.
Gracias Señor por enseñarme tu camino. Gracias Señor por estar presente en el Santísimo, en el Pan. Gracias Señor por entregar tu amor el del padre y a través del Espíritu Santo. Gracias Virgen María por estar cuando dudamos y por acercarme siempre a Dios con tu Dulzura.



Jose

Agosto de 2019

Señor Jesucristo tuyo soy, porque de Ti vengo y hacia Ti voy.
Porque tú me llamas cada día para estar en tu presencia, porque me perdonas cada día, porque me enseñas cada día, porque me transformas cada día, porque me amas cada día, porque tuyo soy.
Con los brazos abiertos me recibes y arrodillado ante tí me bendices, por tu infinita misericordia. Porque no hay lugar mejor para estar en este mundo que a tu lado.
No te cansas de llamarme, a mí, que soy un desgraciado, un miserable y un pecador.
Tú me has cambiado la vida, me has dado todo lo que tengo, todo lo que soy, por eso, mi eterno agradecimiento hacia Ti.
Inútil e indigno me siento, mas, un privilegio es para mí ser llamado por tí, por eso Señor, toma mi alma, toma mi vida, toma todo mi ser, porque dispuesto estoy a hacer tu voluntad.
¡ Bendito sea el Señor en el cielo !


Anónimo.

Julio de 2019

Las vistas que hago al Santísimo, tanto en mi horario, como fuera de él, son los momentos más tranquilos de mi vida. Vengo con muchísima paz y muchísima tranquilidad. Es lo que me ayuda día a día para poder continuar con mis cruces, mis sufrimientos, mis alegrías y con mis penas.
Yo le doy gracias a Dios por lo bueno y por lo malo, por lo que me gusta y por lo que no me gusta. Le pido por toda mi familia, por mis amigos, por todos en general; por la paz en el mundo y por todos aquellos que están evangelizando. Doy gracias por esta capilla, que he tenido la gran suerte de tenerla en mi propio pueblo, en mi propia ciudad. No tener que desplazarme a otro sitio, para mí ha sido una bendición y quizá por eso, no me molesta tener que levantarme a horas raras; en un horario en el que tienes que cortar la noche para ir a estar con el Santísimo.
Es el único que realmente me llena. Ese amor incondicional yo lo noto en la presencia del Señor en mi vida. La noto cuando necesito algo y nadie me lo puede dar. Me he dado cuenta que Él alcanza a donde la gente no puede llegar. Él siempre se vale de algún acontecimiento para ayudarme. La palabra ya lo dice: Pedid y se os dará... es como los pájaros del campo que comen sin trabajar; cuanto más vosotros que sois hijos de Dios podréis tener todo en esta vida. Así me pasa a mí. Me alegro muchísimo también de haber conocido a Su Madre y de su intercesión para llegar hasta Él. Hoy por hoy lo único que me llena es el Señor, no puedo decir otra cosa.

 

Mª Carmen, una adoradora agradecida.

Junio de 2019

Yo veo los acontecimientos de mi vida como un enorme bordado pero contemplado al revés, desde abajo, es decir, todo lleno de nudos con  hilos de colores revueltos y poco claro. Pero es Dios el que borda y lo hace desde arriba de  forma bella y armónica. No supe porque asumí otra responsabilidad más de la iglesia, (entre las muchas en  las  que  ya  estoy  metida)  hasta  que  hallé  la  respuesta  pasado  un  mes de apuntarme a las catequesis de consagración a Jesús por las manos de María.

Y fue en una charla en Paiporta, donde una buena mujer Alicia Beauvisage acompañada del sacerdote Eduard  Marot, traían para mostrarnos e imponernos las reliquias de Santa Margarita María Alacoque. Ella fue quien nos dijo: “Todos vosotros aquí presentes estáis aquí porque algún familiar hizo la devoción de los primeros nueve viernes de mes al Sagrado Corazón de Jesús o vosotros mismos y no lo recordáis “.

Y es verdad yo de adolescente hacia repetidas veces, las promesas tanto a Jesús como a María, con la finalidad de desagraviar y recibir sus promesas. Más bien diría que el mejor conocimiento de María gracias a las catequesis, ha mejorado mi Adoración Eucarística. Creo que para todo fiel católico no sólo para un adorador sería recomendable la consagración, porque te saca del estado de tibieza volviéndote fervoroso, tu caminar por esta vida cobra sentido, te acompaña  la paz, todo se vuelve más fácil y rápido. Es una bendición para el alma que se consagra. Es muy enriquecedor  esta tierna devoción y si eres un alma dócil, es decir, te dejas hacer, sientes como el Espíritu Santo te guía e ilumina en cada momento, te moldea y vuelve poquito a poco tú corazón semejante al Suyo

Una adoradora consagrada.

Mayo de 2019

Doy gracias a Dios por tener esta oportunidad de poder adorarlo a cualquier hora del día. Ya había tenido experiencia de adoración hace algunos años en la capilla AEP de Valencia en la parroquia de San Martín. Hacía una hora a la semana, antes de ir a trabajar y nadie me había orientado en esto de la adoración, pero sabía que ahí estaba el Señor por la eucaristía. Había momentos que no sabía que iba a rezar pero sólo con saber que ya iba a estar en presencia del Señor y que eso era lo más importante que podía hacer en mi vida me daba una tranquilidad y una seguridad tal, que sabía que nada podría con eso.

A veces caigo en la vanidad de este mundo y va desapareciendo en mí, si me descuido, esa fe de que Dios, al que estoy llamado a amar con todas mis fuerzas, es la meta y el fin de mi vida y que está ahí presente en la custodia. Pero gracias a la misericordia infinita del Señor, que me vuelve a abrir los ojos del corazón para reconocerlo como Mesías hijo de Dios, vuelvo a la fe que me da la vida eterna. 

Ésa es la actitud que debo tener, estar en vela y no perder esa fe de Jesús presente en el Santísimo Sacramento del altar.Gracias  a  todos  los  que  hacen  posible  este  misterio  y  este  Don  para  el  pueblo de Catarroja.

Anónimo

Abril de 2019

Hola, simplemente quería comentaros que desde que hago adoración, mi relación con Dios se ha profundizado. Espero con ganas ese momento y esa hora para estar en silencio con el Señor. Espero poder seguir adorando siempre y es una suerte tenerlo cerca.  

Gracias 

Eva Escrihuela

Marzo de 2019

Quiero agradecer al Señor que me permitiera conocer desde el principio la intención de abrir esta Capilla de Adoración Perpetua. Por ello, pude participar todos los jueves en la oración previa a la apertura.

Sin embargo, no podía imaginar todo lo que iba a significar tener expuesto permanentemente al Santísimo con nosotros.

Soy adoradora de una hora semanal en turno de mediodía, lo hago constar porque, debido al horario, casi siempre estoy sola, y.... ¡ Vaya regalo!  

El Señor y yo frente a frente, los dos solos. En el silencio absoluto parece que escucho su voz dentro de mí. Llevaba tiempo pidiéndole varias gracias y ahora me las ha regalado. Seguramente lo ha hecho en elmomento que me convenía. 

En mi vida personal, me ayuda a seguir aumentando mi pobre fe y a descubrir la inmensa misericordia que derrama sobre mí.

Quiero agradecer a todas las personas que han orado y trabajado, así como, a los responsables y coordinadores que con su granito de arena nos ayudan a tener este regalo que supone para nuestra vida tener siempre al Santísimo con nosotros.

¡GRACIAS SEÑOR! 

Una Adoradora.

Febrero de 2019

Ya va a hacer un año que crucé por primera vez la puerta de la Capilla para cumplir con mi hora asignada de Adorador, en ese momento ni me podía imaginar el vuelco que daría mi vida...te vi encima del altar pero no preste al principio mucha atención al hecho de que Tú, por medio de tu Gracia, ibas a ponerte en el centro de “mi mundo” y de esta forma revolucionarlo todo hasta límites que nunca podía haber soñado.

Dicen que te sirves de los medios menos esperados, y es verdad, la primera sensación que tuve estando cerca de ti fue de Paz, pero no por estar junto a ti, no, Tú sabías cómo debías llegarme y lo hiciste por medio de uno de tus múltiples apóstoles, en este caso era el Adorador a quién yo sustituía, nunca olvidaré sus palabras: “ ponte delante de Él y déjalo hacer, disfrútalo “ pero no fueron sólo palabras, iban acompañadas de unos ojos vivarachos, llenos de Dios ( ahora lo sé ) y de amor fraternal ( ahora lo entiendo ).

Gracias Señor por todo lo que me has dado ( sin ser consciente ), por todo lo que me das ( con plena consciencia ) y por todo lo que me darás ( con toda esperanza )

Un Adorador agradecido

Otros testimonios externos

Ser Adorador Eucarístico es un gran privilegio.

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