Adoración Eucarística Perpetua Catarroja

Con la mirada puesta en el año litúrgico 2021, los cristianos celebramos la Navidad y de modo especial cuando se está íntimamente unido al Señor en adoración permnente. Este mes venimos de nuevo a presentaros el boletín del mes de enero de 2021 de la AEPC. Podéis acceder al enlace en la página de "Quienes somos" -> " Boletines mensuales " o bien pulsando aquí directamente. En este número, agradecemos la extraordinarias circunstancias en las que se ha desarrollado la Navidad de 2020/2021 y que nos han permitido vivir el nacimiento del Señor de una forma más plena y auténtica. Este mes resaltamos la figura de San Juan Bosco, fundador de las congregaciones de los Salesianos y gran protector de la infancia. Un salto particularmente eucarístico que afirmaba que "No hay nada que tema más el demonio que estas dos cosas: una comunión bien hecha y las visitas frecuentes al santísimo sacramento". Este mes el milagro eucarístico es el de Bruselas en el que

Es un hecho que muchas comunidades cristianas ofrecen a los fieles un momento de oración y de adoración ante el Santísimo Sacramento. La aportación nueva de este libro es que la adoración y oración están centradas en la Palabra de Dios del domingo. El Año litúrgico es el itinerario espiritual con el que la Iglesia alimenta, cuida y sostiene la vida de la entera comunidad cristiana. Apoyados y confiados en la fuerza y en la eclesialidad de este camino litúrgico de preparación a la Navidad, optamos por una adoración que beba en la Palabra de Dios de los domingos de Adviento. La Palabra del Señor no solo modela nuestro conocer a Dios, sino también nuestra oración y nuestra postura ante el Dios de Jesús de Nazaret, el Cristo. Álvaro Ginel  es sacerdote salesiano; dirigió la revista  Catequistas  durante muchos años. En Editorial CCS tiene abundantes publicaciones sobre los tiempos fuertes litúrgicos. Obras suyas son:  Ser catequista. Hacer catequesis; Orientaciones para preparar bien las

En la Iglesia del monasterio de Rosano se venera la estatuade Sagrado Corazón que sangró y derramó lágrimas en diversas ocasiones. La estatua de tamaño natural, fue donada en 1948 por una persona piadosa como cumplimiento de un voto hecho durante el segundo conflicto mundial. El rostro de Cristo expresa intensamente una dulzura viril que invita a la oración y al recogimiento. El Corazón sobresale del centro del pecho rodeado de una corona de espinas.  “La noche del 4 de abril de 1948, Domingo in Albis, durante el canto de las Vísperas, se observó por primera vez, que de los ojos de la estatua caían gotas como lágrimas. En junio del mismo año, se añadió otro prodigio “impresionante e inesperado”: la efusión de sangre. Estos hechos se verificaron repetidamente entre 1948 y 1950 siendo confirmados por numerosos testigos oculares, desde las mismas religiosas, en particular por la Rev. Madre Abadesa M. Ildegarde Cabitza di v.m. En el archivo del monasterio se conservan muchos testimonios p

Carlos de Foucauld nos muestra un camino para vivir el Evangelio hoy. Desde hace más de un siglo, muchos se han sentido atraídos por este hombre que nos hace entrar en la intimidad de su Muy-Amado y que nos empuja a reconocer, en cualquier persona, un hermano o una hermana en humanidad. Pero Carlos quiere compartir esa vida de Nazaret con otros hermanos. Por eso escribe la Regla de los Hermanitos. “Quise hacer una regla muy sencilla, que fuera adecuada para que algunas almas piadosas pudieran vivir una vida de familia alrededor de la Sagrada Hostia.” “Mi regla está tan estrechamente ligada al culto de la Sagrada Eucaristía que es imposible que sea observada por varias personas sin que haya un sacerdote y un sagrario; podré tener algunos compañeros solamente cuando yo sea sacerdote y cuando haya un oratorio alrededor del cual podamos encontrarnos juntos…”

“La adoración es la oración que nos hace reconocer a Dios como inicio y final de toda la historia”, destacó el Papa Francisco al exhortar a los católicos a dedicar tiempo a adorar a Dios. Durante la catequesis semanal de este 25 de noviembre, el Santo Padre afirmó que “debemos retomar el sentido de la adoración, adorar, adorar a Dios, adorar a Jesús, adorar el Espíritu, al Padre, al Hijo, al Espíritu Santo”. En particular, el Papa resaltó la importancia de la “oración en silencio” por lo que animó a dedicar tiempo a la adoración ya que “es la oración que nos hace reconocer a Dios como inicio y final de toda la historia” y añadió que “esta oración es el fuego vivo del Espíritu que da fuerza al testimonio y a la misión”.  “Todo cristiano que no tiene miedo de dedicar tiempo a la oración puede hacer propias las palabras del apóstol Pablo, que dice así: ‘La vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí’. La oración te hac

Por fin hemos cerrado el fatídico año litúrgico 2020 con la festividad de Cristo Rey. Los cristianos celebramos la fiesta de final de año (litúrgico) antes que el resto del mundo lo haga el 31 de diciembre. Ya con la mirada en 2021, venimos de nuevo a presentaros el boletín del mes de diciembre de 2020 de la AEPC. Podéis acceder al enlace en la página de "Quienes somos" -> " Boletines mensuales " o bien pulsando aquí directamente. En este número, recogemos la exhortación del Papa Francisco a dedicar tiempo a adorar a Dios: “La adoración es la oración que nos hace reconocer a Dios como inicio y final de toda la historia, comentario muy apropiado en la última semana del tiempo ordinario dedicada a Cristo Rey del Universo. Este mes lo hemos dedicado a san Carlos de Foucauld que nos hace entrar en la intimidad de su Muy Amado y que nos anima a reconocer, en cualquier persona, un hermano para que algunas almas piadosas pudieran vivir una vida de familia alrededor

El joven italiano fallecido en 2006 de leucemia cuando tenía 15 años y conocido como el “ciberapóstol de la Eucaristía”, ha sido proclamado beato. Carlo Acutis “era un joven normal, sencillo, espontáneo, simpático, amaba la naturaleza y los animales, jugaba fútbol, tenía muchos amigos de su edad, se sintió atraído por los medios modernos de comunicación social, apasionado por la informática y autodidacta construyó programas para transmitir el Evangelio, comunicar valores y belleza. Tenía el don de atraer y fue percibido como un ejemplo”. Desde pequeño, “sintió la necesidad de la fe y tenía su mirada dirigida hacia Jesús. El amor a la Eucaristía fundó y mantuvo viva su relación con Dios. A menudo decía ‘La Eucaristía es mi autopista al cielo’”. “Participaba cada día en la Santa Misa y permanecía durante mucho tiempo en adoración ante el Santísimo Sacramento. Carlo decía: ‘Se va directo al cielo si te acercas todos los días a la Eucaristía’”. Con este espíritu Carlo “vivió la enfermedad