S. Juan Bosco
San Juan Bosco (1815-1888) gastó su vida por la educación de los jóvenes más pobres y abandonados. Fundó las congregaciones de los Salesianos y de las Salesianas destinadas a procurar a esta juventud una formación humana integral que abarcara tanto el campo intelectual y religioso como el profesional. Gran protector de la infancia, san Juan Bosco decía a los niños y a sus hermanos en religión: «No hay nada que tema más el demonio que estas dos cosas: una comunión bien hecha y las visitas frecuentes al santísimo sacramento. ¿Queréis que el Señor os dé muchas gracias? Visitadlo a menudo. ¿Queréis que el Señor os de pocas? Visitadlo pocas veces».