Boletín de junio de 2020

Ya con la sensación de libertad después de un largo confinamiento domiciliario impuesto por la pandemia del CoVid-19, llegamos de nuevo a nuestra cita mensual con el boletín de la AEPC del mes de junio. Esperemos que sea ya la última vez en la que salgamos sólo en la versión digital.
Ya podéis acceder al boletín a través de la página de "Quienes somos" -> "Boletines mensuales" o bien pulsando aquí directamente.

En este número, dedicamos la noticia del mes a la reapertura de la capilla de la AEPC, largamente esperada. En la propia capilla encontraréis las normas de limpieza a seguir para poder realizar una adoración sin peligro para el resto de adoradores.
En este número, la película del mes es "Wojtyla. La investigación" en la que se muestran fotografías, imágenes y documentos inéditos de la parte más privada del papa que cambió el mundo.

El libro del mes es "El alma eucarística", del padre Antonino de Castellmmare. Traducido del italiano por Miguel de Carvajal. Es  un libro en el que apoyarse en el camino de apender a orar, a vivir y crecer en santidad en unión con Jesús sacramentado. Se podría decir que es un pequeño manual de ascética eucarística para los que queremos ser santos en medio del bullicio mundanal en el que vivimos pero al cual no pertenecemos.

Este mes dedicamos el santo del mes a San Luis Gonzaga, protector de la vida y patrono de la juventud.

La intención del mes de mayo va dedicada al camino del corazón, para que aquellos que sufren encuentren caminos de vida, dejándose tocar por el Corazón de Jesús.
Este mes, aparece el testimonio de una adoradora anónima que da gracias a Dios por que, a pesar de la pandemia y del cierre de la iglesia, ha sentido cercana la presencia del Señor en su matrimonio y en la vida coridiana en familia ha sido incluso mayor. También puedes encontrar el testimonio del mes, junto con todos los anteriores, dentro de la página "Quienes somos" -> "Testimonios de los adoradores"

El milagro eucarístico que resaltamos este mes es el de Ponferrada, en 1533. donde el robo sacrílego de unas Hostias consagradas dió lugar a uno de los milagros eucarísticos más sonados del Bierzo.